10 errores más comunes que hay que evitar al preparar pizza en casa
En Pizzería Verace siempre nos hemos tomado en serio el arte de preparar una buena pizza. No obstante, sabemos que es inevitable cometer alguna equivocación si estás empezando. Aunque siempre hay detalles que se pueden prevenir.
Échale un vistazo a los 10 errores más comunes al hacer pizzas ¡y toma nota!
Usar masa de mala calidad
Siempre recomendamos hacer tu propia masa para obtener un resultado excepcional. Las masas precocinadas o congeladas no pueden igualar la textura y sabor de la pizza auténtica. No te líes con las harinas. Con la harina blanca básica 00 podrás conseguir una masa elástica y suave, pues absorbe bastante agua.
Amasar de manera inadecuada
El secreto de una pizza suculenta radica en el proceso de amasado. La masa se prepara colocándola en un bol con un poco de harina y 100 mililitros de agua caliente. Enseguida, debes usar una cuchara para deshacer la levadura y amasarla con las manos. Sabrás que está lista en cuando deje de pegarse en tus manos.
No medir los ingredientes correctamente
Mucho cuidado con agregar cantidades al azar, sobre todo mientras haces la masa. Guíate por la siguiente regla para no errar en el proceso: cada kilo de harina requiere de 25 gramos de levadura, 500 mililitros de agua y 40 gramos de sal.
Si deseas elaborar una pizza estándar, 250 gramos de masa serán suficientes.
Esparcir mal la salsa de tomate
Una buena salsa debe hacerse de preferencia con tomates naturales triturados. Esto nos proporcionará el espesor ideal para que se esparza de modo equitativo por toda la superficie. La distribución ideal del tomate es de unos 100 mililitros por cada 250 gramos de masa.
Agregar demasiados ingredientes
Si pretendes obtener una pizza sabrosa, es mejor que no le pongas más de 3 o 4 ingredientes para que la cocción se mantenga homogénea. Considera también que hay ciertos alimentos que deben cocinarse por separado y añadirse al final, sino quieres que la masa se reblandezca, como los champiñones y los mariscos.
Distribuir mal el queso
Si usas mozzarella, asegúrate de rallarla en tiras finas y extenderla bien hasta los bordes de la pizza. Otros quesos de sabor más fuerte, como el gorgonzola, cheddar, parmesano o emmental, se pueden añadir en trozos pequeños.
No poner atención a la temperatura, ni al horneado
La temperatura es otro detalle de primordial importancia y cambia según el tipo de horno. En un horno tradicional de leña, a 500º C, la masa se puede cocinar en tan solo un minuto. Los hornos de gas por el contrario, requieren entre 12 y 16 minutos a 250º C.
Cocinar la pizza en temperaturas altas es un punto básico de su elaboración artesanal.
Insistir en hacer una pizza redonda
Es importante dejar reposar la masa hasta que haya duplicado su volumen. Solo entonces podrás darle la forma y las medidas que deseas. Cabe destacar que resulta complicado obtener una pizza perfectamente redonda, por lo cual no deberías estresarte. Lo importante es el sabor.
Recalentarla en el microondas
Aunque es lo más común cuando nos quedan sobras, nosotros no te lo recomendamos. La temperatura del microondas calentará más el interior de la pizza que los bordes, arruinando su gusto y textura. Lo mejor es calentarla en una sartén.
No ser lo suficientemente creativo
Parte del encanto de cocinar tu propia pizza, es poder experimentar con la comida. No te limites a las recetas tradicionales y atrévete a usar esos ingredientes que siempre quisiste probar sobre la pizza.
Elementos inusuales como los mariscos, las setas o algunas especias, podrían hacer que te lleves una grata sorpresa.